Se logra una producción de 250.000 toneladas que tardará 10 años en superarse.
Se inicia la aplicación del Plan de Bedaux, de técnicas de racionalización del trabajo; el número de trabajadores comienza a bajar, pero la productividad aumenta, ya que las cifras de producción se mantienen.
El Plan de Bedaux y sus efectos sobre los obreros contribuyen al descontento de los trabajadores, dentro del marco del Plan de Estabilización en España: se constituye un movimiento de huelgas que será intermitente desde ese momento.